Saturday, November 21, 2009

Landai Club (I)

Anoche fue una de esas en las se notan los 9000 kilómetros. Podría escribir 17 páginas. Así por ejemplo, nunca le había gritado a nadie que no me gusta que me masajeen mientras meo. Literal, tú ahí en el urinario y el chino detrás.
-Quita tuuuuuuuuuuuso
Con las narices de la mano de obra barata los ponen a hacer lo que sea. Claro, siendo China, con 12€ de entrada y 4 por cerveza lo mínimo es un masaje. Si hubiera sabido cómo le hubiera dicho al tipo que me la sujetara. Las chicas no tenían masaje, ellas no pagaban entrada, y de todas formas creo que habría problemas logísticos.
Resulta que fui al sitio con referencias de los árabes. Con la petrobeca que traen estos de su gobierno se les olvida mencionar los precios. Y mira que cuando dijeron que era un sitio “sólo de chinos” les pregunté si eran chinos pijos. Pues había de todo, chinos amontonados en la pista como ganado y chinos podridos. Aquí además gustan mucho de hacer ostentación más allá de la camisa, o deben hacerla más allá de la camisa, porque por 3€ cualquiera se compra una igual. Así que venga, todos en chándal, y los que manejan alquilan mesas, que ocupan el 75% del área. Resumen cronológico:
Entramos, voy con otro a pedir algo. Odisea, no nos entienden, ni siquiera sabemos si estamos en la barra. El otro me abandona y una camarera me lleva fuera, a una especie de caja. No se qué pasa aquí y ellas no saben qué quiero, pero me están pidiendo la tarjeta y tengo claro que antes de dársela la rompo, me la trago y quemo las heces. Traen a la que habla inglés y por fin aclaramos que no nos aclaramos, y que no me puede ayudar a conseguir una cerveza ¿? Ahora pienso que creían que quería alquilar una mesa. Creo que ni siquiera se puede pedir bebida sin alquilar una mesa. Bueno, vuelvo a buscar a mis amigos y están siendo abducidos a una mesa de chinos ricos. Es lo bueno de ser extranjero. Estos tíos son un rollo así que cuando nos hartamos de nestea nos vamos. Con traductora y en un chanchullo raro conseguimos las cervezas. Error, porque 2 minutos después nos han raptado otros chinos, que en vez de nestea tienen cerveza. Más de una hora con estos 3 tipos, y yo me quería suicidar. Ya no se cómo decirles que no quiero subir a la puta tarima, porque en el primer viaje he comprobado que 2 extranjeros subidos atraen las miradas de toda la discoteca. Sabréis de mis habilidades y amor por el baile. Caen pompas de jabón del techo. Los siguientes en la tarima son uno y una de los que vienen conmigo, y una especie de segurata los baja por bailar demasiado caliente. Lo peor, los chinos ricos empiezan a magrear, y creo que no son gayers. Así media hora más, ya bastante mosca. Todavía no se de qué iban. Hoy me he duchado con lejía hirviendo […].

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